domingo, 11 de marzo de 2018

El trabajo del historiador

¿Cómo trabaja el historiador?

El pasado se conoce a través de los vestigios que ha dejado. Por ejemplo: en un documento escrito como el de las Instrucciones del Año XIII, el historiador se plantea preguntas sobre lo que le interesa saber: ¿cómo fueron recibidas esas ideas en Buenos Aires?, ¿quiénes estaban en contra?, ¿por qué? Luego busca otros documentos y libros sobre el tema para encontrar las respuestas. La investigación histórica comienza con una o más preguntas que aún no tienen respuestas.
Una pregunta sin respuesta puede ser provocada por un hallazgo -como una tablilla escrita en un idioma desconocido-, pero también puede surgir de una nueva manera de analizar un tema ya estudiado.
Pensemos estas preguntas: ¿Los niños participaron en la Revolución Oriental?, ¿cuál fue su papel?. Estas preguntas, sobre las cuales no se ha estudiado mucho, son un buen comienzo para el historiador.
La primer tarea es buscar todo lo que se ha escrito sobre el tema. Cuando se ha reunido lo suficiente, el historiador formula una hipótesis, que es un intento de responder a la pregunta inicial. El historiador debe presentar pruebas que confirmen sus dichos, como objetos, documentos escritos o relatos orales.
Una vez que ha culminado estas etapas, el historiador debe expresar por escrito las conclusiones a las que ha llegado. Para ello redacta un texto en el que narra su versión de lo que ocurrió, donde escribe y explica lo que, según él, ocurrió. El historiador debe luego defender su obra antes sus colegas.

Las ciencias auxiliares

El historiador no trabaja solo. Necesita la ayuda de otras ciencias para poder entender y reconstruir el pasado. Dependiendo del período que esté estudiando, algunas ciencias le resultarán más útiles que otras.





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